Present
Trikaidékaphobie (1980)
Trikaidékaphobie (1980)
No hay letra. Instrumental, querido Watson.
Duración: 19:14
actuación en directo (2005), primera parte
segunda parte
tercera parte
Dada mi fascinación por las corrientes más oscuras del R.I.O., y por Univers Zéro en particular, no era de extrañar que acabara posteando algo como esto en este blog. Present fue formado por Roger Trigaux, guitarrista fundador de U.Z., en busca de sonoridades más modernas y agresivas. No es que U.Z. no fueran agresivos, pero empleaban una agresividad "de cámara", de violas, violines e instrumentos similares. Trigaux quería más guitarras, algo más Frippiano, pero sin perder la esencia de lo mejor de U.Z.
Así, "Triskaidékaphobie", primer LP del grupo, no tiene una atmósfera tan opresiva como la del disco de los Uni inmediatamente anterior, "Hérésie". De hecho, creo que hay pocos discos tan opresivos como ese. Sin embargo, la sensación que da es igualmente inquietante. Si "Hérésie" recuerda a los mejores relatos de Lovecraft, con su tensión creciente y esos clímax evocando imágenes de desesperación y locura ante fuerzas aparentemente invisibles pero cuya presencia es palpable, los temas de "Triskaidékaphobie", en particular este "Promenade...", evocan a Poe con su apilamiento incesante de sensaciones para acumular tensión. Una tensión que, en la mejor tradición de Poe, apenas sí se resuelve al final de todo. Por tanto, "Promenade..." son casi veinte minutos de terror sonoro. Terror del tipo "oigo pasos detrás de mí, pero cuando me doy la vuelta no veo a nadie". En cierto modo, recuerda a una mezcla de los King Crimson de mediados de los 70 y las bandas sonoras de Goblin para Argento. El clímax de los cinco minutos finales es particularmente sobrecogedor, porque siempre da la sensación de que toda la tensión acumulada a lo largo de los quince minutos anteriores va a estallar, pero lo único que consigue es ir acumulando más y más...
Podéis encontrar el tema en la reedición en CD que incluye sus dos primeros LPs ("Triskaidékaphobie" y "Le poison qui rend fou"). Haceros con él, aunque sólo sea por el primero, un disco perfecto (dentro de su estilo) de cabo a rabo.
segunda parte
tercera parte
Dada mi fascinación por las corrientes más oscuras del R.I.O., y por Univers Zéro en particular, no era de extrañar que acabara posteando algo como esto en este blog. Present fue formado por Roger Trigaux, guitarrista fundador de U.Z., en busca de sonoridades más modernas y agresivas. No es que U.Z. no fueran agresivos, pero empleaban una agresividad "de cámara", de violas, violines e instrumentos similares. Trigaux quería más guitarras, algo más Frippiano, pero sin perder la esencia de lo mejor de U.Z.
Así, "Triskaidékaphobie", primer LP del grupo, no tiene una atmósfera tan opresiva como la del disco de los Uni inmediatamente anterior, "Hérésie". De hecho, creo que hay pocos discos tan opresivos como ese. Sin embargo, la sensación que da es igualmente inquietante. Si "Hérésie" recuerda a los mejores relatos de Lovecraft, con su tensión creciente y esos clímax evocando imágenes de desesperación y locura ante fuerzas aparentemente invisibles pero cuya presencia es palpable, los temas de "Triskaidékaphobie", en particular este "Promenade...", evocan a Poe con su apilamiento incesante de sensaciones para acumular tensión. Una tensión que, en la mejor tradición de Poe, apenas sí se resuelve al final de todo. Por tanto, "Promenade..." son casi veinte minutos de terror sonoro. Terror del tipo "oigo pasos detrás de mí, pero cuando me doy la vuelta no veo a nadie". En cierto modo, recuerda a una mezcla de los King Crimson de mediados de los 70 y las bandas sonoras de Goblin para Argento. El clímax de los cinco minutos finales es particularmente sobrecogedor, porque siempre da la sensación de que toda la tensión acumulada a lo largo de los quince minutos anteriores va a estallar, pero lo único que consigue es ir acumulando más y más...
Podéis encontrar el tema en la reedición en CD que incluye sus dos primeros LPs ("Triskaidékaphobie" y "Le poison qui rend fou"). Haceros con él, aunque sólo sea por el primero, un disco perfecto (dentro de su estilo) de cabo a rabo.
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