domingo, 30 de agosto de 2009

The Church - Myrrh



The Church
Heyday (1986)

Emerald haunt in overdrive
Nightmare descent into Jericho City
Camel dust heralds our arrival
New Christ beneath the drumkit moon

Oh Lord, we are threatened again
In the slipstream pull of the federal men
Plummet in some seamless night
Down here to Earth, it's hopeless then

Apache gunman in the boiling crowd
Who never got to meet you last time
We were interrupted by the telephone
You didn't think they were invented then

Oh Lord, we need miracles
We need more wine and gold
We need slaves and roads and personal favors
We need microphones and manifolds

How can you be so invisible?
Give me the nerves to see
Privilege on privilege
An unwanted discovery

So now we're cruising down this shuddering highway
With a dead sun shining on my back
And we talk about the way people treat us back there
Their hollow laughter, the pain in their eyes

Oh My Lord, I trust your intentions
But money strangles our love
Struggling like a fool with my junk and my jewels
You would have thought I'd had enough

How can you be so invisible?
Give me the nerves to see
Privilege on privilege
An unwanted discovery

Duración: 4:19


De todas las canciones que podía elegir para hacer mi primer post Churchiano "Myrrh" no resaltaba por ser la elección más obvia. No es tan reconocible como "The Unguarded Moment", ni tan famosa como "Under the Milky Way". Tampoco tiene la fuerza post-punk de "When You Were Mine", ni la atmósfera de "Ripple". "Myrrh" es, sencillamente, un tema sutil, ideal para abrir el apetito y tener ganas de más. The Church, cuando estaban inspirados, tenían un don para escoger los inicios perfectos para sus discos, y "Myrrh" cumple sobradamente las expectativas como puerta de entrada al mejor LP de su discografía, "Heyday".

De entrada, "Myrrh" suena a Paisley Underground, a jangle-rock levemente psicodélico. Enseguida nos vemos tentados a hacer asociaciones con los R.E.M. más indies, misteriosos y enigmáticos. Eso sí, con la diferencia de que a Steve Kilbey se le entiende lo que dice, aunque, en lo que respecta a las letras, se ve una semejanza con Stipe en esa obsesión por no mostrarse conciso y directo. Pero la principal diferencia reside en la urgencia típicamente post-punk del tema. "Myrrh" es sutilmente insistente, como unos Dream Syndicate atemperados pero no menos brillantes (las guitarras de Koppes y Willson-Piper demuestran porque son una de las mejores parejas de guitarristas del indie rock de los 80).

Para acabar, llamar la atención sobre el LP mismo y su fantástica cara A. No sólo tenemos la apertura ideal con este "Myrrh", sino que después podemos disfrutar de temazos como "Tristesse", "Already Yesterday" y "Columbus". Para redondear, tenemos "Happy Hunting Ground", un instrumental, sí, pero tremendamente apropiado. En resumen, quizás los mejores (o los más consistentes) 20-30 minutos de rock alternativo ochentero. Lástima que la cara B no esté a tan digna altura, a pesar de "Tantalized" y "Roman". A pesar de todo, puedo asegurar sin miedo a equivocarme que "Heyday" es la obra maestra de The Church y uno de los grandes discos infravalorados de su época.

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