sábado, 31 de octubre de 2015

Horobi (y una breve introducción)

17 febrero, 2010 por David García




Quizás os acordéis de esa primera (o segunda, según se mire) hornada de títulos manga que llegaron a España gracias a Planeta. Eran otros tiempos y, en vez de importar directamente de Japón, lo que nos ofrecían eran copias casi exactas de las ediciones que Viz Communications tenía publicadas desde hacía tiempo en Estados Unidos. Ahora el consumidor habitual se ha acostumbrado a comprar manga bien publicado, en tomos, con su orden de lectura japonés, con excelentes traducciones del original, bien maquetado. Eso, hace más de quince años, era una utopía.

Tras el boom inicial de Akira y aprovechando el éxito de Dragon Ball, los de Planeta explotaron ese filón a conciencia. Empezaron hacia finales del 92 con series como “El puño de la estrella del norte” o “Xenon”. A partir de ahí, vinieron los tres o cuatro años que supusieron la “normalización” de la lectura de manga en nuestro país. Gracias a Planeta primero y Norma Comics después, el manga se estableció en España de forma estable y definitiva.

Algunos títulos llegaron a ser éxitos de cierto calado, otros se quedaron en la memoria colectiva del amante del manga, y, obviamente, hubo una gran cantidad de morralla que nos tragábamos felices y contentos…

Pero también hubo mangas de excelente calidad que no gozaron del favor del público y cayeron en el olvido. Uno de ellos fue “Horobi”.

“Horobi” era obra, tanto argumental como gráficamente, de Yoshihisa Tagami, autor de la interesante “Grey” (uno de los primeros mangas publicados por Planeta). En “Grey” demostraba ser un autor diferente al resto, con cierta calidad para armonizar la historia que pretendía contar con su grafismo tan característico.

Pero si “Grey” era la promesa, “Horobi” suponía la realidad. Bajo mi punto de vista fue uno de los manga mejor narrados desde un punto de vista gráfico de todos los que se publicaron en España en esos años. Cierto, la historia era, como mucho interesante, pero el estilo gráfico de Tagami hacía que un servidor siguiera con enorme interés la serie.

“Horobi”, a grandes rasgos, contaba la historia de Zen Amako y Shuichi Aiga, amigos y compañeros de trabajo que se ven envueltos en una trama que engloba sectas enfrentadas, hombres y mujeres con poderes paranormales, mitología japonesa, sueños extraños, monstruos horribles, muertes inexplicables…

Normalmente la gente suele asociar “Horobi” al género de terror, y un vistazo al párrafo anterior debería confirmar esa categorización. Pero “Horobi” es algo más que eso. O quizás algo distinto. Porque básicamente “Horobi” es más thriller que otra cosa. Salpicado con muchas dosis de terror, sí. Y no el típico terror que solemos asociar con el cine y el cómic japonés. “Horobi” es quizás uno de los cómics más sutilmente lovecraftianos de los que he leído.

Y es que, aunque nunca se mencionen entidades como Cthulhu o Yog-Sothoth, se nota un esfuerzo por parte de Tagami para narrar una historia centrada en la mitología japonesa con un toque lovecraftiano que impregna cada una de sus páginas.

Desgraciadamente sólo pudimos disfrutar de ocho números de “Horobi” en nuestro país (el equivalente a un par de tomos de la edición japonesa, que consta de un total de cinco), dejándonos con un amargo sabor de boca. Al menos fue bonito mientras duró.

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